Te echo de menos
- Cuentissimo
- 22 may
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El título de hoy no obedece a ninguna consigna. El título de hoy es rehén del más puro dolor.
No sé por qué motivo dejaste de escribirme. De preguntar por mí, de preguntarme a mí. De darme los buenos días, esos que me arrancaban una sonrisa y hacían aparecer el brillo de la ilusión en mis ojitos.
Te echo tanto de menos que noto mi corazón desgarrarse. ¿Cómo es posible? No estoy enamorada de ti. Tal vez... encaprichada, sí, vale, pero ¿acaso eso es suficiente? ¿Vuelvo a repetir el patrón de sufrir más por el "podría haber sido", que por "lo que fue"?
¿Es mi vocación soñadora la que me perturba?
¿Qué te he hecho? ¿Por qué ya no estás? ¿Por qué me has abandonado así?
Antes te veía casi cada día y ahora apenas sé nada de ti. Y, joder, no sabes lo mucho que duele. Vuelve. Vuelve a mí. Vuélveme a querer... Te necesito. No sabes lo mucho que me gustas. No sabes lo muchísimo que me atrapas, que me encantas.
Todo se ha escapado tanto de mi poder. Pero es que en todo momento. Tú has llevado el ritmo y la batuta. Tú decidiste empezar a escribirnos. También has decidido cuándo parar. Y el motivo te lo has inventado: no me basta. Es una mierda de razón. Y me da igual cuán cierta sea, para mí será absolutamente falsa.
Me va a costar perdonar que precisamente tú hayas alimentado mi herida más profunda. Por eso ya no te escribo yo tampoco.
Porque estábamos bien y de repente te fuiste.
Como hacen todos.

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