23 de noviembre. Decisión pequeña
- Cuentissimo
- 23 nov
- 2 Min. de lectura
Una decisión pequeña que terminó transformando tu vida.
Siempre que pienso en esto, me viene a la mente el mismo recuerdo: el día del examen teórico a un cargo funcionarial. De hecho, me vienen todas las pequeñas decisiones que tomé relacionadas con esa oposición. Fueron tres, en concreto, las que pudieron afectar mi futuro: una la noche previa, otra el mismo día, y la última en las pruebas físicas.
Empecemos por la primera. Resulta que esa noche anterior, mi prima pequeña celebraba su puesta de largo (es decir, su cumpleaños número 18, que nos convierte en mayores de edad). Tomé la decisión de ir pese a saber que todavía me faltaba por cumplir con una obligación más: repasar el dossier con datos del municipio que yo misma me había preparado. No le di importancia, y fui a la fiesta. Resultado: al día siguiente aparecieron al menos dos cuestiones relacionadas con ese dossier. Dos preguntas que habría acertado y habrían elevado mi posición.
Pero la decisión más bestia fue el mismo día de ese famoso examen. Era una mañana de diciembre, con una temperatura e iba acompañada de mi novio, que también se presentaba. Mientras esperábamos, escuché cómo algunas personas (rivales) se aseguraban entre ellas lo preparadísimas que estaban. Oyéndolos, me pregunté qué diablos hacía allí si tenía que competir con gente así. Y, teniendo en cuenta el frío que hacía, me di cuenta de que no me apetecía estar ahí, que lo único que quería era volver a casa y acurrucarme junto a mi chico, disfrutando de alguna película de Navidad que tanto nos gustaban. Y, así, durante unos instantes, dudé. Me planteé, muy muy MUY seriamente, abandonar. Recuerdo incluso decírselo a mi novio.

Comentarios